Un colectivo de 50 autónomos se ha puesto en contacto con THE OBJECTIVE para denunciar la grave situación económica que viven como consecuencia de la gestión del ‘kit digital’.
Desesperación, descontento. Así es el sentir general de más de 50 autónomos y pymes -que venían de una anterior plataforma de 200- que se han puesto en contacto con THE OBJECTIVE para contar de viva voz cómo de preocupante está siendo su experiencia con las ayudas del ‘kit digital’. Porque en buena parte de casos, estos fondos europeos, lejos de ser transformadores, les han descapitalizado y a muchos endeudado hasta las cejas (cabe señalar que estas ayudas funcionan de la siguiente manera: los beneficiarios son empresas que solicitan el kit digital’ a los agentes o empresas intermediarias, y que por tanto ellos no tienen que pagar nada. Tan solo pagan el IVA, y luego son los agentes digitalizadores los que se benefician de las ayudas del kit con su trabajo; por ejemplo, con la construcción de una página web).
Pasado un año, muchos de estos agentes digitalizadores no han cobrado, y por ende, han tenido que adelantar con una tesorería devastada y que sufre el riesgo de cerrar sus empresas, con el consiguiente, no solo dolor empresarial, sino también el dolor que trae a las familias.
No son meros números. Son personas que cuentan cómo «han tocado fondo», y cómo nadie les escucha porque la burocracia es farragosa, lenta y ha dado lugar a que estos Next Generation no fluyan a la economía real.
No en vano, THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con Red.es, que es quien gestiona el KIT. En nuestro encuentro les hemos dado a conocer los testimonios que aún llegan a este medio. Con muy buenas formas, nos han admitido que claro que hay errores, pero que el mayor interés del organismo que dirige el ‘kit digital’ es que las ayudas lleguen a los autónomos y empresas, eso sí, cumplimentando y justificando sus trabajos tal y como exige la Intervención General del Estado y la normativa europea.
Red.es se brinda a abrir un grupo de trabajo
En conversación con este periódico, Red.es se ha comprometido a establecer un grupo de trabajo para ayudar a este colectivo que se está organizando a través de una plataforma en Telegram (Afectados Kit Digital, la tumba del autónomo). Antes, THE OBJECTIVE también se puso en contacto con la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) para que hiciera de intermediario entre ellos y Red.es, con el fin de subsanar el tapón y la sangrante situación en la que éstos se encuentran. Y ATA ha respondido a la solicitud de ayuda.
De cualquier modo, y más allá de que se establezca ese grupo de trabajo prometido por parte de la administración, la foto fija de estas personas -que no cesan de ponerse en contacto con este diario, y cuyo número es cada vez mayor- es la que viene a continuación en este relato: la de una ilusión por reforzar y levantar empresas apaleadas por la pandemia, y que paradójicamente con esta ayuda se ha convertido en una pesadilla.
Convalidaciones de agentes digitalizadores que se dan y se quitan; plataformas que no funcionan correctamente y que se cuelgan (en el argot informático); teléfonos de consulta que funcionan como una teleoperadora meramente informativa y sin cualificación técnica; validaciones eternas; justificaciones enmarañadas; subsanaciones en estado de congelación; webinar que están por debajo de las necesidades de los agentes digitalizadores y prácticamente no sirven para nada.
También acarrean problemas los cambios normativos constantes; criterios heterogéneos para dar o no el visto bueno al kit digital, después de que el agente se haya metido en una inversión creyendo que se lo van a pagar; cámaras de comercio colapsadas con tanto trabajo… Y más y más problemas que han llevado a una situación de desesperación a los agentes digitalizadores que han llamado a la puerta de TO.
Los testimonios
Javier. Albacete. 18 años de experiencia y con una empresa que se dedica a hacer programas informáticos. Su caso es de película. Se ha metido en fuertes inversiones viendo que el Kit podía ser un revulsivo para la empresa. Javier ha contratado hasta a cuatro becarios, y de repente, de la noche a la mañana ha visto como ya no era agente digitalizador, sin más resolución administrativa que un mensaje en una plataforma. Esa inhabilitación no solo le ha impedido trabajar. Ha tenido que soportar 80 expedientes del Kit Digital paralizados y que aún sigue sin cobrar. Una deuda que acarrea estrés, depresión, frustración.
Javier ha comprobado cómo el hecho de que un beneficiario del kit que ha pagado el IVA fuera de plazo, ha dado lugar a que él no pueda cobrar ese bono, aunque el trabajo está hecho. Y por ejemplo, ha tenido que pagar licencias, sin las cuales no habría concluido su tarea y, sin las que tampoco podría demostrar que el bono está bien ejecutado. De ahí ese pesimismo, hasta el punto, de que «tú tengas que adelantar también el IVA del cliente si quieres cobrar, con el consiguiente gasto». Y lo que es peor, y es que «cuando llamas a Red.es la respuesta a tus dudas son meramente informativas, por lo que te ves con una enorme indefensión jurídica, mientras tú inviertes, te gastas el dinero y no recuperas los costes de producción; y luego te dicen que no puedes cobrar porque falta un papel, soportando así el abandono del Estado. ¿Está es la España competitiva de y progreso y de atracción de capital que quiere el Gobierno? Es que no me extraña que se vayan los jóvenes. ¿Qué les digo yo a mis becarios?». Ahí va su testimonio.
Actualmente, y después de hablar con ATA, Javier está de nuevo dentro de la plataforma de la red como agente digitalizador. Ahora bien, sigue sin recuperar el dinero de su trabajo. Y su agujero es de más de 300.000 euros (68.500 en impagos y 232.000 euros en acuerdos enviados). En breve, tendrá que pagar el impuesto de Sociedades por una facturación que no es real, porque no ha cobrado más de 14.000 euros en un año y pico, y prácticamente solo ha pagado impuestos.
Falta de unidad de criterio
Rebeca. Trabaja en una consultora de Seguridad de Información, y además cuenta con una sólida formación en Derecho, razón por la que conoce de arriba a abajo la articulación publicada en el BOE. Su función de intermediadora con el cliente es fundamental. Por cierto, cientos de clientes repartidos por toda la geografía española, que le han ido confirmando los problemas que hay con el ‘kit digital’.
La dificultad que supone tramitar un bono digital es uno de ellos. Una prestación que viene a través del programa da Red.es, pero en el que también intervienen las cámaras de comercio de toda España -muchas veces con servicios subcontratados-, y donde no falta la supervisión del Ministerio de Seguridad Social y del Ministerio de Hacienda, de modo que para este bono se desembolse se despliega un complejo organigrama, que veces se paraliza durante meses por una deuda de 37 céntimos de euros.
En opinión de Rebeca es normal que haya controles, pero el programa del ‘kit digital’ necesita de otra metodología, de plataformas que funcionen bien y no se caigan permanentemente y, de guías de justificación de los bonos que digan algo, que aporten algo, que no sean tickets sin respuesta que no contestan a las cuestiones mollares, cuestiones técnicas.
«Y después nos encontramos con otra dificultad añadida -explica Rebeca-, y es que no hay unidad de criterio a la hora de validar nuestro trabajo, porque dependemos de cámaras de comercio que cada una tiene su criterio; y lo que es correcto en un sitio, te lo pueden echar para atrás en otro». Y concluye: «Este podría haber sido un proyecto muy guapo, pero la gente se está ahogando. Están presentando declaraciones con su IVA».
Al otro lado, Red.es mantiene su ofrecimiento de ayudar a estos autónomos, aunque desde esta división de la Vicepresidencia de Asuntos Económicos y Transformación Digital se sostiene que los problemas «no son tan serios», y puede tratarse casos concretos, porque son muchos los autónomos y empresarios que están contentos al comprobar cómo ha ido aumentando su volumen de negocio.
Red.es admite que es verdad que «la carga cae sobre el agente», pero que las justificaciones farragosas se deben a la responsabilidad que hay que tener con los fondos ante la Intervención y la Unión Europea. Además, ponderan los medios ofrecidos para facilitar la gestión del bono a través de un webinar al mes, una línea on-line, un servicio de teléfono específico y grupos de trabajo.
Destacan que ha habido una modificación de la Ley de Subvenciones que ahora permite que expedientes de pago no queden en el olvido y se puedan subsanar tantas veces haga falta. Y es que -detallan-, cuentan con un sistema de automatización que resuelve el papeleo de tres horas en tres minutos; no sin señalar que tienen un equipo grande, aunque en efecto, reconocen errores, si bien tienen la voluntad de sentarse con los grupos de trabajo y aprender.
Tras estos testimonios, ahora queda pendiente el encuentro de Red.es con los autónomos. Y ellos quieren seguir hablando.
Fuente: The Objective